martes, 17 de febrero de 2009

POEMAS LUJURIOSOS - 1540

Hoy ha llegado a mis manos misteriosamente unos poemas lujuriosos, porque eso son, lujuriosos, no sensuales, no eróticos, LUJURIOSOS, con cada una de sus letras y en mayúscula, lo más curioso de todo es que son del año de 1540, la verdad dentro de mi ignorancia pensaba que en aquella época la lujuría solo se alcanzaba a vivir solapadamente, a escondidas, no que podría inspirar poesía y muchísimo menos que esta se publicaría y llegaría a nuestra época.

Estos poemas que tengo son de Pietro Aretino, quien para mayor sorpresa mia, si bien su obra más representativa son sus sonetos lujuriosos, es reconocido como uno de los intelectuales más representativos del renacimiento Italiano, contandose entre sus protectores al Papa León X.

Estos sonetos fueron compuestos para interpretar una famosa serie de grabados conocidos como "posturas", los cuales al parecer ordenó destruir el Papa Clemente VII.

Pero bueno, no más clases de historia del arte, ni biografias de Pietro Aretino, mi intención es compartir con ustedes algunos de sus poemas, para que se diviertan, los disfruten y aprendamos del la Lujuria en 1540.


3

Déjame lo acaricie... ¡Oh, qué tesoro!
¿Cómo sin esta joya ser feliz?
Cuando me llena soy... ¡emperatriz!
¡Verga divina rica como el oro!
Húndete en mi sin miedo, te lo imploro;
Llégame de un evite a la matriz,
que no hay pieza que valga una lombriz
si en la ocasión observa ruin decoro.
-Libro abierto es tu boca, amada mía
Negarle a buena almena buen envite
es negarle a un enfermo una sangría.
Culos cate quien tenga leve falo:
más quien goce, cual yo, de un buen retoño,
busque siempre en las vulvas su regalo.
-Dices verdad, que la ilusión del coño
son las vergas cual ésta que me llena
el conducto que va del papo al moño.

5

Ahora que gusto tan solemne verga,
que apabulla el ribete de mi coño,
quisiera transformarme toda en coño
con tal que tú te icieces todo verga.
Pues de ser toda coño y tú una verga,
hartarías de un golpe mi ser coño
y al tiempo alcanzarías tú de un coño
cuanto goce alcanzar puede una verga,
Más no pudiendo hacerme toda coño,
ni tu cambiarte enteramente en verga
toma lo que te plazca de mi coño.
-Y tú, a la vez, disfruta de mi verga,
puesta encima de mi, para que el coño
abras bien a placer sobre mi verga.
Y al abrirte en cana sobre mi verga
trágame si es que puedes con tu coño
y así toda él serás; yo, todo verga.

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